Disfrutar de un día de aventura, aire puro, naturaleza, caminatas o acampada en la montaña con tu perro es una experiencia emocionante, que a tu perro le encantará. Para que la jornada transcurra sin sobresaltos, estos consejos te pueden ayudar.
1. ¿Está tu perro en forma para una excursión a la montaña?
Es posible que no todos los perros están preparados para recorrer grandes distancias por la montaña o el campo, especialmente los perros que viven en las ciudades, y posiblemente no realicen actividad física intensa a diario.
Es importante estar seguros del óptimo estado de salud de nuestro perro, y antes de salir al campo revisar sus almohadillas plantares, para que no se resientan al caminar prolongadamente sobre terrenos en los que, posiblemente, no esté acostumbrado.
Seamos conscientes que, aunque nuestro amigo nos seguiría al fin del mundo, debemos prestar atención a cualquier signo de cansancio o agotamiento para ofrecerle un descanso, y adecuar el ejercicio a su estado fisiológico, morfología y edad.
2. A tu perro no le puede faltar el agua
Aunque recorráis la montaña en las estaciones menos cálidas del año es esencial asegurarse de que el perro bebe el agua que necesita durante la jornada, ofrécesela cada treinta o cuarenta minutos o siempre que observes que tiene sed; eso sí, la ingesta de agua debe hacerse poco a poco, sin que ingiera un gran volumen de golpe, ya que la ingesta brusca de agua fría tras el ejercicio intenso puede desencadenar problemas de índole digestivo como la temida torsión de estómago.
Procura que solo beba el agua que lleves para él y si bebe de algún manantial o río asegúrate de que es limpia y potable, no le dejes beber en aguas estancadas o que no te ofrezcan seguridad, para evitarle infecciones gastrointestinales o parasitosis internas.