¿Cómo educar a un perro reactivo hacia otros perros?
Lo primero es tener claro que una educación punitiva es la peor opción para ayudar a nuestro perro a superar este problema. Tirar de la correa, gritarle o ser bruscos con él cuando el episodio ya está en marcha no sirve absolutamente de nada, lo más aconsejable es alejarse de la situación con un paso tranquilo sin reproches hacia el perro y sin caricias, para que entienda que este comportamiento no es adecuado para él.
Para solucionar este problema, que suele ser complejo, lo primero es establecer un diagnóstico sobre la causa que «libera», esta reacción.
Si tu perro come muy rápido puede ser por esto:
El hambre: si le das a tu perro su ración diaria de pienso en una sola toma al día, lo más probable es que se abalance sobre su cuenco, y consuma el pienso a toda velocidad, incluso aunque no sea un perro especialmente glotón. Por eso es conveniente que los perros adultos tomen su ración diaria de pienso repartida en al menos dos tomas diarias, pudiendo llegar hasta tres si es necesario que ingieran menos volumen de comida en cada toma, y con un horario estable.
La competencia con otros perros: si tienes más de un perro en casa es muy probable que hayas observado una rivalidad entre ellos a la hora de comer, lo que provoca que coman «acelerados» e intranquilos, como vigilando que el otro perro no se coma su ración. Para intentar evitarlo, todos los perros deben comer a la vez (ya que la espera de su cuenco genera tensiones), con el suficiente espacio entre ellos para su tranquilidad y se debe corregir al momento cualquier conducta de intimidación entre ellos.
La falta de ejercicio y de juego: el aburrimiento, el estrés, la falta de interacción con la familia o la soledad, son factores que favorecen esta ansiedad por comer velozmente. Tanto los paseos diarios, adaptados a sus necesidades, como los juegos que estimulan su inteligencia y refuerzan el vínculo con su propietario, ayudarán al perro a tener un comportamiento tranquilo y equilibrado.
Comederos de ingestión lenta existen el mercado comederos conocidos como «antivoracidad» que, por su diseño y conformación específicos, ayudan al perro a comer más despacio.
Ejercicios de autocontrol de la ansiedad por la comida en el perro
Existen diferentes rutinas que puedes ir entrenando con tu cachorro o perro adulto, para que aprenda a estar tranquilo en presencia de la comida, y que la consuma más despacio, masticando y sin ansiedad.
Ejercicio 1: esconde pienso en tu mano
Uno de los entrenamientos más sencillos es esconder unas croquetas de pienso en tu mano en presencia del perro, entonces acerca tu puño cerrado al alcance de su cara y espera, la reacción habitual es que olfatee tu mano, intente mordisquearla o abrirla, a veces rascando con sus manos. No abras el puño mientras lo hace, solo cuando abandone esa conducta, abre la mano y dale el pienso como recompensa a su actitud tranquila. Poco a poco aumentamos el tiempo de espera para abrirla. Es un ejercicio sencillo y eficaz, que se puede practicar en cualquier lugar, a diario.
Ejercicio 2: sentarse y esperar al cuenco de comida
Le pedimos al perro que se siente y permanezca quieto mientras nosotros tenemos en la mano su comedero para ponérselo en el suelo. Cada vez que el perro se levante y se abalance sobre el cuenco antes de que le demos la orden de comer, cogemos el comedero y lo retiramos. Solo cuando se quede sentado y quieto, esperando tranquilo, le ponemos el comedero y le indicamos que puede comer, y no le interrumpimos.
Es un ejercicio que conviene trabajar a diario, en todas las tomas, hasta que el perro lo tenga bien aprendido. Podemos practicarlo en diferentes lugares de la casa, para que el perro aprende el concepto y no lo asocie solo a un lugar concreto; esto nos será útil por ejemplo si estamos fuera de casa y le tenemos que dar de comer.
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